El Jardín Tte. Cnel. J R Ibarzabal, un emblema de la educación infantil en nuestra comunidad, celebra su 50 aniversario con una emotiva jornada que reunirá a docentes, padres y alumnos, tanto actuales como antiguos. La cálida recepción, al momento de hacer esta nota, estuvo a cargo de la Seño Nora, que es la directora del jardín, acompañada de las seños Cristina y Blanca Salas. Blanca, aunque ya jubilada, sigue visitando el jardín para leerles cuentos a los chicos, manteniendo viva la magia de su vocación.
Durante la charla, las seños compartieron anécdotas que reflejan la profunda relación que han construido con los niños y sus familias a lo largo de los años. La Seño Nora recordó cómo, hace medio siglo, el Jardín Ibarzabal abrió sus puertas con la misión de ofrecer un espacio seguro y estimulante para los más pequeños. "Es un privilegio ver crecer a tantos niños y saber que, de alguna manera, formamos parte de sus vidas", comentó con una sonrisa nostálgica.
Cristina, una de las maestras más queridas, destacó el vínculo especial que se crea con los padres de los alumnos. "Somos una gran familia. Los padres confían en nosotros lo más valioso que tienen: sus hijos. Y nosotros nos esforzamos cada día para estar a la altura de esa confianza", expresó emocionada. Blanca, por su parte, nos relató cómo su amor por la lectura ha sido una constante en su vida. "Los cuentos son puertas a mundos mágicos. Me llena de alegría ver las caritas de los niños cuando les leo una historia", dijo, mientras sus ojos brillaban con la misma ilusión que transmiten sus relatos.
Hoy en día, el enfoque del Jardín Ibarzabal se centra en trabajar conjuntamente con las familias, no solo con los alumnos. Este enfoque integral busca involucrar a los padres en el proceso educativo, fortaleciendo así el desarrollo de los niños. La seño Nora algo emocionada decía "de aquí los chicos de llevan las bases que los acompañarán toda su vida, hábitos, orden, sus primeras lecturas. Sus palabras denota un verdadero amor por el ejercicio docente.
La realidad actual de las maestras del Jardín Ibarzabal refleja la dedicación y el amor con el que desempeñan su labor. En un contexto donde la educación enfrenta numerosos desafíos, ellas siguen apostando por una enseñanza basada en el cariño, la creatividad y el respeto.
Al final de la charla, tomé algunas fotos para inmortalizar el momento y me fui caminando despacio, dejando que los recuerdos de mi propia infancia se mezclaran con el bullicio de los chicos, refrescando en mi mente la alegría y la inocencia de aquellos años.
¡¡¡ Felíz cumple Jardín Ibarzabal!!! 
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